sábado, mayo 27, 2006











EL TIGRE Y EL OSO






AUTOR: Michael Guerrero


Había una vez un tigre muy malo …
Un día … cuando estaba paseando por el bosque, encontró a unos cazadores...
los atacó... ¡y se los quiso comer!
Un oso grande, que pasaba por allí, los salvó, se puso en dos patas y empezó a gruñir, enfrentando al tigre.
Los cazadores rápidamente desaparecieron. El tigre asustado huyó, y el oso se fue a su cueva .
Más tarde, el tigre regresó y le preguntó al oso si quería ir a su casa, el oso aceptó, y el tigre preparó la cena.
Esa noche...el oso no llegaba, y el tigre estaba esperando … cuando llegó, charlaron mucho y... comieron ensalada de frutas.
Después en la sobremesa, el oso le propuso seguir siendo amigos.
El tigre dijo que si.
Quienes los encuentran en el bosque dicen, que vivieron felices, como buenos amigos para siempre.








LUDMILA



AUTORA: Evelyn Juárez.



Era una nena muy chiquita y vivía en la calle sola, sus papás la habían dejado en un orfanato, porque no podían tenerla
Ella siempre miraba una placita que estaba enfrente, le hubiera gustado ir allí, a jugar con los otros chicos, pero no se lo permitían.
En el orfanato la trataban mal, y ella sufría, aunque era porque hacía muchas travesuras.
Un día, ella aprovechando un descuido de las celadoras, se escapó del orfanato y se fue a jugar a la placita.
¡Qué linda que era! ¡Estaba llena de juegos, había hamacas, subibajas, calesita, toboganes, y muchos juegos más! ¡Qué placer!
Pero … llegó la noche... y ella se dispuso a dormir en un banco, no tenía mucho miedo, sólo que... los chicos se iban con sus mamis y ella se quedaba sola...
Hasta que... casi mágicamente... aparecieron sus papis, y le dieron un fuerte abrazo y muchos besos. Ella se durmió.
A la mañana cuando se despertó, Ludmila descubrió que ... ¡estaba en su camita, cerca de sus papis...!
¡Todo había sido un mal sueño!
¡Qué suerte!



viernes, mayo 19, 2006




















EL ESPANTAPÁJAROS TRISTE


AUTOR: Michael Guerrero


Había una vez un espantapájaros, que vivía entre los trigos.
Pero estaba muy triste, porque no tenía amigos.
Se sentía muy solo ...
De pronto… se le acercaron unos pajaritos, y le dijeron si se podían hacer amigos.
Y el espantapájaros dijo:
- ¡Por supuesto que si!…
¡Ahora no voy a estar más solo!...
Y vivió muy feliz, acompañado de sus nuevos amigos.

FIN